PRESENTACIÓN

Soy Juan Carlos López Garzón, licenciado en Ciencias de la Educación, y diplomado universitario en Profesorado de la EGB (o sea maestro de primaria) de la antigua especialidad de Ciencias (sí, 57 años en la actualidad). Llevo más de 20 años trabajando como educador voluntario de niños y jóvenes con altas capacidades intelectuales desde diferentes asociaciones, y colaborando con maestros y profesores de primaria y secundaria en aquellos centros públicos y privados que se prestan a realizar actividades que se salen de la instrucción directa. 

En la actualidad, estoy colaborando desde hace tres cursos con el colegio Juan de Lanuza de Zaragoza en la puesta en marcha de un programa denominado "Laboratorio de Ideas", que trata de ser un Proyecto de Desarrollo de Capacidades, dentro de las limitaciones espacio-temporales que se han establecido como condiciones previas para trabajar.

El curso me pide 3 detalles que me gustaría que los demás conociesen de mí. Ahí van:

- Admiro a toda persona que trata de ayudar en la medida de sus posibilidades. Creo que el fin de nuestra vidas es ayudar a los demás para que puedan vivir mejor, para que puedan sortear las dificultades y resolver sus problemas de la forma menos costosa posible. Por eso mi vocación ha sido siempre y seguirá siendo la docencia (pinchar y coser a la gente nunca me ha gustado, así que no me atraía la medicina; sólo por poder hacer eso, ya considero a los sanitarios como unos héroes).
- Me gustan las críticas constructivas, en las que se dan sugerencias o alternativas, y las situaciones en las que se puede entrar en debates sosegados donde predominan los buenos modales y la razón.
- Detesto la falta de control emocional sobre todo de los adultos, que somos los que tenemos que dar ejemplo a los menores en situaciones difíciles o complejas.

Me piden dos actividades favoritas. Sin duda son:

- Los juegos de simulación y estrategia, tanto si son de mesa como si son videojuegos. Me encantan. Pero todavía me encanta más diseñarlos, y buscarles un aplicación en las aulas, cosa que he conseguido en más de una ocasión. Y estoy logrando que algunos alumnos se sumen al reto como fundamento de alguno de sus proyectos.

- Leer libros y visualizar documentales relacionados con la divulgación científica. Respeto (hasta cierto punto) a las personas que ejercen actos de fe, pero gracias a los científicos hemos conseguido mejorar en buena medida la calidad de vida de muchas personas, y gracias a ellos podremos responder ante los retos y problemas con los que nos tenemos que enfrentar todos los días, incluyendo aquellos originados por nuestro desbocado consumismo. Si no me gustase tanto la docencia, me dedicaría al periodismo científico, probablemente.

Mi deseo a lo largo de este MOOC: Que encuentre la inspiración para poder ofrecer a mis alumnos mejoras en el sistema de ABP que ya empleo en las últimas experiencias.
   

Proyecto memorable: a nivel personal, poder participar en la fundación, dirección y organización de una Asociación fue para mí una experiencia inolvidable, y enriquecedora. 
A nivel escolar, siempre recordaré como alumno, cómo en el año 1975 un profesor de Ciencias Sociales nos permitió avanzar por el temario del curso de Geografía e Historia a nuestro propio ritmo, y a cuatro meses de terminar el curso, nos propuso a cada alumno trabajar en un proyecto en el que debíamos recopilar información de un país del mundo, y diseñar un mapa geográfico físico, político y económico a gran escala, con pantógrafo, letras transferibles, y diferentes materiales (en esa época no existían todavía los ordenadores personales) para una exposición. Después de 35 años, casi todos los días tengo presentes a este profesor y a esta oportunidad que nos brindó.
Y como docente me estoy quedando gratamente sorprendido de los resultados que están obteniendo algunos de mis alumnos en el diseño de juegos de mesa como recurso didáctico para aplicar en algunas de sus clases. Las pruebas que hemos realizado antes del estado de alarma, prometen éxitos importantes en su aplicación.

Mi mayor deseo es que podamos conseguir por fin evaluar a nuestros alumnos en función de sus aprendizajes reales, por sus competencias adquiridas, en lugar de hacerles sufrir con exámenes puntuales que sólo tratan de valorar la capacidad de retener información en su memoria el tiempo justo para obtener una calificación positiva. Si pese a todo estamos consiguiendo que en todas las generaciones vayan apareciendo personas increíbles, imaginad si los niños y jóvenes pasaran por la educación reglada obligatoria, postobligatoria y universitaria disfrutando y aprendiendo de verdad a hacer y a ser. Sería una maravilla.


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